Cultura

Iglesia de S. João Novo
22 mayo, 2019 / , ,

Construida en una pendiente que baja hasta el Duero, en un lugar llamado “boa Vista”, encontramos uno de los edificios religiosos más significativos del centro histórico de Oporto. La Iglesia de S. João Novo fue construida en el siglo XVI y presenta grandes semejanzas artísticas y arquitectónicas con la Iglesia de S. Lourenço.

 El edificio, con planta de cruz latina, fue construido un poco más arriba de la antigua ermita de S.  João Belmonte. La construcción aún aprovechó la muralla, en la que ancló la construcción de la iglesia y el respectivo monasterio. En el exterior es posible observar partes de la muralla y acompañar su recorrido. Ya en el interior de la iglesia encontramos varios altares de talla del periodo barroco (siglo XVII) y azulejos de la misma época.

En el altar mayor, enriquecido con un retablo, datado del periodo entre 1757 y 1766, podemos encontrar un lienzo reservado a la Visión de San Agustín. La obra está atribuida a João Glama Stroberle, pintor de origen alemán, que nació en Lisboa en el año 1708. En el mismo altar mayor también es posible observar un mausoleo que capta la atención del visitante por su magnífica decoración. Se desconoce quien fue el autor de la obra.

El coro alto de la iglesia está compuesto por una sillería de una sola fila y en el lado del evangelio se encuentra un órgano de tubos. Destacan los azulejos alusivos a la vida de Santa Rita de Cássia, cuyo autor fue Bartolomeu Antunes y, localizada en el altar lateral de Santa Rita la imagen de Santo Ovidio y la de Nuestra Señora de la Guía, de Manuel Mirada, situada en el altar colateral. También es de gran interés el altar del Señor de los Pasos, situado en el lado derecho; la imagen de la invocación de Jesucristo es de grandes dimensiones y presenta trazos profundamente realistas. Desde esta iglesia salía la procesión del Señor de los Pasos, muy probablemente sería la imagen que se encuentra en este altar la que saldría en procesión.

Enfrente de la iglesia se encuentra el Palacio de S. João Novo, construido a finales del siglo XVIII, de estilo barroco y que muchos atribuyen a Nicolau Nasoni. Aunque está cerrado hace más de una década el Palacio sirvió de hospital durante el asedio de Oporto, en las Guerras Liberales y, más tarde, fue sede del Museo de Etnografía.

Además de las semejanzas con la iglesia del antiguo Colegio Jesuítico de San Lorenzo, la iglesia de S. João Novo revela también la influencia de la iglesia dos Grillos, por la composición de la fachada y por la planificación interior.

El edificio está adaptado para personas con limitaciones físicas y  aunque esté cerrado los domingos, es posible visitar la iglesia de S. João Novo desde el lunes hasta el sábado gratuitamente.

Este año, la iglesia de S. João Novo es uno de los espacios de la ciudad de Oporto que integra la programación del In Spiritum – el festival propone descubrir el patrimonio histórico a través de la música-.

Exposición Escher en Alfandega
29 marzo, 2019 / , , ,

El  periódico “Hey  Porto” habló con Frederico Guidiceandrea, uno de los conservadores de la exposición y un gran erudito de la obra de M.C. Escher.

– ¿Qué puede esperar el público de esta exposición en Oporto?

Esta exposición cubre toda la carrera artística de MC Escher, comenzando por sus primeros trabajos que reflejan la influencia de su profesor, Jesserun de Mesquita, máximo exponente del Art Nouveau en los Países Bajos. Un espacio importante está dedicado al periodo italiano, las imágenes nocturnas de Roma, los paisajes del sur de Italia y a los estudios de la naturaleza.

En las zonas contiguas se encuentran representados sus trabajos más conocidos : los teselados, las figuras imposibles, los grabados, los sólidos regulares, las superficies refractivas y las metamorfosis. La exposición continúa con trabajos esporádicos que M.C. Escher realizó por encargo como pudieran ser los bookplates, carteles conmemorativos, sellos postales y otros.

La exposición termina con un amplio espacio dedicado a Eschermania, donde queda patente la influencia de MC Escher en la iconografía de los siglos XX y XI. Tapas de libros, posters psicodélicos, tapas de LPs, tiras cómicas, revistas, clips de vídeo y trabajos de artistas contemporáneos inspirados en M.C. Escher.

A lo largo de la exposición, una serie de juegos experimentales transportan al público al mundo de MC Escher. Se puede experimentar las paradojas de la percepción codificadas por las leyes de Gestalt y entrar físicamente en algunas obras del artista.

– ¿Cómo define el arte de Escher?

El arte de Escher puede interpretarse por capas.  De entrada resulta inquietante, y después, al observar con más profundidad podrá descubrir más y más detalles: paradojas de percepción, estructuras matemáticas, referencias al paisaje italiano y a los grandes artistas del pasado. Cada vez que presento esta exposición, a pesar de haber visto sus obras cientos de veces, siempre acabo descubriendo algo nuevo.

– ¿Cuáles son sus principales referencias?

Su principal influencia, especialmente en sus inicios, es el arte de su mentor, Jessurun de Mesquita, quien fue un importante exponente delAart Nouveau holandés. Más adelante, en Italia, toma contacto con los exponentes del Futurismo, en particular con un movimiento llamado “Aeropintura” que  representaba escenas y paisajes vistos desde arriba con un uso muy poco común de la perspectiva.  En sus últimos trabajos la mayor influencia vino a través del contacto con el mundo de las matemáticas, especialmente de la correspondencia que mantuvo con importantes matemáticos como Roger Penrose o Harlod Coxeter que fue la fuente de muchos trabajos icónicos.

– Escher es intrigante, perturbador, desconcertante, un verdadero genio. ¿Está de acuerdo?

Sí, su trabajo abarca varias tendencias de la sociedad tecnológica. Teorías científicas modernas tales como la teoría de la relatividad o de la física cuántica han cambiado  profundamente  el modo en cómo vemos el mundo.  El mundo no es tal como lo vemos, en mayor o menor medida puede resultar ilógico y paradójico. MC Escher, a través de sus mosaicos y estructuras imposibles, abre una ventana que nos permite ver la complejidad del mundo.

Nuestra ciudad de Porto
29 marzo, 2019 / , , ,

En nuestra ciudad de Oporto, la ciudad con más historia, desentrañar sus orígenes y entender su red urbana resulta, como es natural, una extensa e interminable tarea. El siglo XX nos daría uno de los más representativos y consistentes cronistas e investigadores de la historia de la ciudad.

El 4 de Marzo de 1894 nacía Artur de Magalhães Basto, en el número 556 de la entonces llamada Rua Duquesa de Bragança, en una distinguida y notable vivienda hecha construir por su padre António José de Magalhães Basto, hacia el 1875, al entonces arquitecto y profesor de la Academia Portuense de Bellas Artes José Geraldo da Silva Sardinha.

Su formación en Derecho en la Universidad de Lisboa de poco le serviría en el futuro, ya que desde muy joven su carrera se inclinó hacia la  investigación y paleografía, en especial su carrera de docente, formando parte de la primera facultad de Letras de la ciudad, donde ejerció dando clases entre 1922 y 1931. En el Ayuntamiento de Oporto del que formó parte hasta su muerte, el 3 de Junio de 1960, dirigió desde 1934, los Servicios de Paleografía y Manuscritos de la biblioteca; desde 1938 ejerce como Director del Gabinete de Historia de la Ciudad y asumirá el cargo de Director de los servicios culturales, también hasta 1960. Además, fue Director del Archivo Distrital de Oporto, desde 1939, y trabajó como jefe del Registro de la Santa Casa da Misericórdia do Porto”, desde 1933.

Sin embargo, es como cronista de la ciudad como destacó Magalhães Basto: de su mano surgirán los más diversos temas de historia y arte siempre ligados a la ciudad de lo que daremos apenas algunos ejemplos: Los indispensables “Falam Velhos Manuscritos”, 1445 artículos semanales del diario portuense “O 1º de Janeiro” entre 1930 y 1960; y sus excelentes artículos en la revista de historia de la ciudad “O Tripeiro”, de la que fuera director entre 1945 y 1960. Algunas de sus 160 obras publicadas son transcripciones de conferencias, una de sus especialidades, mención especial de referencia  por la facilidad y el estilo con que llegaba a todo el mundo, sin discriminación, de una forma muy simple y directa, su narrativa histórica y sus estudios sobre Nuestra Ciudad de Oporto. De hecho, estas conferencias venían a ser como una forma de romper el silencio, la soledad de los archivos polvorientos, su natural rutina, como se refería en el texto de Febrero de 1960: “¡Como debe ser de aburrido pasar una vida, aunque  sea un año, un día, o tan solo una única hora, encerrado solo en un archivo, dedicado a pasar hojas, a leer, a descifrar papeles viejos, arrugados, amarillentos por el tiempo, raídos por las ratas, apolillados y oliendo a moho!”.

Nuestro querido e ilustre investigador moría en su última residencia, en Oporto, en el nº 500 de la calle de Gondarém.  Nos arriesgaremos a dejar como colofón una noble nota dejada por el profesor Luís Duarte en el catálogo de la exposición que le fuera dedicada al maestro en 2005 en la Galería do Palácio: “Percibimos que en la historia de nuestra tierra, hubo un antes y un después de la enseñanza y del trabajo de Artur de Magalhães Basto“.

EL MENSAJERO, de IRENE VILAR
13 febrero, 2019 / ,

Una estatua situada en la orilla del río que trae esperanza a la ciudad de Oporto

 Irene Vilar nació en Matosinhos en 1930 y posee una vasta obra plástica repartida por muchos países como Alemania, África del Sur, Brasil, Bélgica, Holanda y Macao. Ditinguida a lo largo de su vida con varios premios, la artista destacó en diversas áreas como la escultura, la numismática, la falerística y la pintura. Fueron cerca de cinco décadas de producción y afirmación artística que le valieron diversos premios y distinciones.

La artista desde muy joven tuvo una fuerte conexión con Foz do Douro, donde vivió a partir de los 19 años y donde montó su taller.

Una de sus obras más emblemáticas es sin duda “El Mensajero”. Escultura en bronce –uno de sus materiales de elección-, de carácter expresionista, marca majestuosamente la orilla del río Duero junto a Casi de Sobreiras, en pleno Foz do Douro.

Inaugurada en 2001, “El Mensajero” o “El Ángel” como es conocida por la gente de Oporto, traía según su autora “la buena esperanza a la ciudad de Oporto”. Tal vez por esta razón se ha convertido casi en un lugar de culto, donde las personas depositan flores y velas a sus pies.

Irene Vilar murió a los 77 años, en 2008

IGLESIA DOS GRILOS – MUSEO DE ARTE SACRO Y ARQUEOLOGÍA
4 febrero, 2019 / , , ,

Iglesia de San Lorenzo o Iglesia dos Grilos, una visita que no se ha de perder, con una vista panorámica sobre el río Duero, la Invicta y la orilla de Gaia

Un paseo por el centro de la ciudad con destino a la catedral de Oporto es una ruta habitual para los turistas que visitan la Invicta (Porto). Descubrir la ciudad es una aventura. A medida que caminamos por las estrechas calles de la ciudad antigua vamos descubriendo sus secretos y sus curiosidades.

Invitamos hoy al turista a aventurarse a adentrarse por el Barrio de la Catedral. La Catedral, imponente, es el punto de partida de nuestra aventura. Más allá, a pocos metros,  en un callejón que parece no tener salida, surge la iglesia de San Lorenzo, más conocida como la Iglesia dos Grilos que, junto al Colegio homónimo, está clasificada como Monumento Nacional.

Comenzó a ser construida por los jesuitas en el siglo XVI y fue terminada en el siglo XVII. Si la mayoría de las iglesias ostentan una riqueza y opulencia muchas veces exageradas, la iglesia dos Grilos sorprende por sus líneas simples que dejan las paredes desnudas y sin adornos.

En la iglesia destacan el lindo altar de Nuestra Señora de la Purificación, el fantástico órgano con 1500 tubos que, según los registros fue construido a finales del siglo XVIII y el pesebre, una construcción única, datada del siglo XVIII y cuya autoría es atribuida a Machado de Castro. En Navidad, además de la tradición en tantas otras iglesias de la ciudad, es posible apreciar este rarísimo pesebre compuesto por decenas de figuras y que luego es colocado a la entrada de este monumento.

La Iglesia dos Grilos, a pesar de llamarse Iglesia de San Lorenzo, fue inicialmente la Iglesia y el Colegio de los Jesuitas. Con la extinción y expulsión de los jesuitas por el Marqués de Pombal, en el siglo XVIII, la iglesia fue donada a la Universidad de Coimbra y más tarde comprada por los Padres Descalzos de la Orden de San Agustín,  quienes por tener su residencia principal en Lisboa en la Calçada dos Grilos, eran coloquialmente llamados Padres Grilos. Y es de esta forma como se empieza a llamar a esta iglesia, la Iglesia dos Grilos, a pesar de no residir ya aquí.

El Museo de Arte Sacro y Arqueología de Oporto –con acceso por una puerta contigua a la izquierda de la iglesia- expone una colección de piezas interesantes desde estatuas de santos, a joyería religiosa y otras piezas litúrgicas. Es también aquí en el Museo donde, desde un magnífico porche, se puede tener una vista sin par sobre Oporto y Gaia y sobre el río Duero. ¡Una vista deslumbrante que no puede perder!

Guilhermina Suggia
10 enero, 2019 / ,

Nació en Oporto, en 1885. Guilhermina Suggia creció rodeada de música, en gran parte debido a su padre que era violoncelista. Muy temprano empezó a recibir clases de violoncelo y, con apenas 7 años, hizo su primera aparición en público, en Matosinhos. Con 13 años ya formaba parte del Orfeón Portuense y rápidamente apasionó a los portuenses. Fue un paso hasta dar los primeros conciertos, muchas veces acompañada de su hermana. Con 16 años recibió una beca, de la Reina D. Amélia, para estudiar en el mejor Conservatorio Europeo. Tocó en las salas más prestigiosas de Londres y de todo el mundo, pero nunca olvidó su ciudad natal. Es en este camino donde conoció a la directora del Conservatorio de Música de Oporto y es también en este recorrido que nace la Orquesta Sinfónica del Conservatorio. Guilhermina Suggia recorre Portugal, de norte a sur, y embelesa a todos con su talento. En la Biblioteca Municipal Florbela Espanca, en Matisnhos, se pueden encontrar diversos documentos con su correspondencia personal y oficial, fotografías …

Porto Escondido
9 enero, 2019 / , , ,

Las ciudades se construyen encima de ciudades. Esta es una idea que tanto los arqueólogos como los arquitectos presentan en la realidad de su trabajo cotidiano, que los condiciona, que los motiva y que está en la raíz del futuro de cualquier ciudad.

Desde que el hombre se sedentarizó, es decir, desde que las tribus de cazadores recolectores nómadas en busca de mejores tierras de caza dieron origen al asentamiento permanente en aldeas cuyos habitantes pasaron a vivir de la agricultura y de la cría de ganado, el tipo de hábitat se modificó y pasó a tener un carácter estable, con la adopción de materiales como el adobe, el ladrillo y la piedra, además de la madera, utilizada desde siempre.

Constatamos esto en poblados tan antiguos como en Catal Hüyük (Anatolia, al sur de Turquía) o en Jericó (Palestina), tal vez las ciudades más antiguas que se conocen, construidas entre el 8.000 y el 7.000 a. De C., y donde las construcciones se fueron sucediendo, creciendo las ciudades horizontalmente, pero también a costa de la demolición de construcciones anteriores, aprovechando muchas veces sus cimientos para, sobre ellos, erguir nuevas edificaciones.

Oporto no ha sido diferente. Pero quien lo sobrevuela, quien llega de la otra orilla o quien recorre sus calles y observa sus casas, no tiene esta percepción, ve apenas aquello que sus ojos captan, las calles, las casas, los edificios, las infraestructuras, sin pensar que esta es tan solo nuestra ciudad, no la de nuestros abuelos u otros ancestros.

Aquellas, sus ciudades, están sepultadas bajo la nuestra y, en un momento en que Oporto vibra con su recuperación, con la recuperación de su Centro Histórico, las señales de esas “ciudades” que nos antecedieron salen a la superficie.

Tal vez los vestigios más antiguos se encuentren en el edificio de la calle D. Hugo nº 5, por detrás de la Sé, donde ha sido posible secuenciar una ocupación con vestigios desde el siglo VIII a. De C., con casas de planta redonda. A éstas se sobreponen casas ya del periodo romano, de planta cuadrangular.

Otro fantástico ejemplo de la manera en que la ciudad fue construida nos lo muestran las excavaciones arqueológicas de la Casa do Infante, ya en la zona baja de la ciudad, donde a una gran y lujosa casa romana y tardo-romana (siglos IV-VI) se sobreponen las construcciones medievales, como el edificio de las cocheras del Rey, la Alfândega Régia y la Casa de la Moneda, perdurando su ocupación y sucesivas ampliaciones hasta la Edad Moderna y Contemporánea.

Pero el ejemplo que les vamos a compartir es igualmente representativo: en una obra realizada en un edificio que da frente a la calle de S. Francisco y la calle Nova da Alfândega, donde tuvo su sede la antigua empresa de tránsitos A. J.  Gonçalves de Moraes, en unas excavaciones allí realizadas, aparecieron vestigios de la ciudad ochocentista, más concretamente el antiguo barrio dos Banhos.

Tapado durante las grandes transformaciones urbanísticas inherentes a la edificación de la Alfândega Nova (1860-1870), de la calle Nova da Alfândega y de la calle Ferreira Borges, que implicó la destrucción del Monasterio de S. Domingos, el viejo barrio dos Banhos fue sepultado bajo 5 metros de escombros.

Las excavaciones han mostrado otra faceta de la ciudad, una zona ribereña y poco recomendable, que iba desde el arenal ya descrito por Ranulfo de Granville en 1147 y donde se situaban los balnearios de la ciudad, hasta la portilla de los Banhos y la calle dos Banhos.

Fue en uno de esos callejones, aún con edificios a ambos lados, que fue descubierto. Una de las casas, situada frente a la puerta de entrada flanqueada por ventanas con rejas de hierro, tenía un patio de adoquines.

En una zona contigua, a cerca de un metro de profundidad, el sólido cimiento de lo que podían haber sido unos baños públicos. La excavación se detuvo ahí.

Pero el hallazgo de materiales de construcción de la época romana puede indicar la presencia de vestigios mucho más antiguos.

 

Marcelo Mendes Pinto – Arqueólogo. Investigador CITCEM

Fenianos, por Oporto
15 diciembre, 2018 / ,

El Club Fenianos Portuenses nació el 25 de marzo de 1904 primeramente en la Plaza da Batalha pasando más tarde, en 1935, a su actual ubicación en la Avenida dos Aliados, justo al lado del Ayuntamiento de Oporto.

El club fue reconocido como comendador de la orden militar de Cristo por los servicios prestado en sus años de existencia y con la medalla de oro de la ciudad, ya que su lema era “Por Oporto”.

Un grupo de cuatro de los fundadores a finales de 1903, ciudadanos portuenses y futuros fenianos, buscaron obtener los conocimientos necesarios para la organización de un desfile de carnaval con la exuberancia del carioca y la belleza estética del de Venecia, realizando a tal efecto un viaje a Brasil.

A partir de esta colaboración nació, casi un año después, el Club Carnavalesco Fenianos Portuenses,  más tarde club Fenianos Portuenses. El objetivo principal era devolver a la ciudad un carnaval a la altura de su sensibilidad artística.

Como nota curiosa, el suelo de la sala noble también trajo consigo el “efecto Brasil”, ya que todo él es de almendrillo amarillo de tono claro y madera de granadillo.

La historia, patrimonio, memorias y la intervención cívica y cultural en la ciudad, de los Fenianos, impregnó la vida de Oporto y fue apreciada por su población, sus eruditos, sus personas notables e incluso por la gente anónima, pasando a ser una tradición memorable de Oporto. Su centenaria y noble historia, sus libros de oro y las lápidas y cuadros que reviste, interiormente, sus vetustas paredes, da fe de la presencia de algunas de las más importantes fuerzas vivas de la ciudad, de la industria y del comercio. Nombres de grandes escritores como Aquilino Ribeiro, Jorge de Sena, José Régio; dramaturgos como Pirandello; artistas plásticos, fotógrafos y pintores de renombre como Guedes de Oliveira y el renombrado pintor Amadeu de Sousa Cardoso; folcloristas y musicólogos como Armando Leça; charlas con el historiador de la ciudad Artur de Magalhães Basto y muchas, muchas otras personalidades de renombre nacional e internacional.

Actualmente continúa manteniendo una programación anual de actividades socio-culturales permanentes que van de la música, el canto coral e instrumentos al ilusionismo, pasando por el teatro, la danza, el billar, el ping-pong y otros juegos de salón, no sólo para los asociados sino para todos los que lo visitan.

D. Antonio Ferreira Gomes: hacer el bien sin temer el castigo
15 diciembre, 2018 / ,

Sería deshonesto, e incluso extraño, negar la dimensión y el impacto político de una figura como la del antiguo Obispo de Oporto, D. Antonio Ferreira Gomes (1906–1989), reconocido como un crítico del régimen dictatorial del Estado Nuevo de Portugal que estuvo en vigor desde 1933 hasta el 25 de abril de 1974. Pero es fácil desenfocar la mirada y mermar a la persona cuando estrechamos la perspectiva a partir de la cual procuramos comprender algo. Entender que en Dios se puede encontrar la fuerza liberadora, la confianza que da a los gestos y a las palabras la liberación de todos los poderes temporales (sobre todo de aquellos que se creen eternos), prevendría de muchos engaños. Es un error reducir a D. Antonio a actor político y leer a partir de sus gestos y de sus intenciones.

El Obispo de Oporto fue un hombre de Dios, movido por el deseo de fidelidad a la iglesia y a la Doctrina Social. No quiso estar por delante de su tiempo. Fue, por ser un hombre de su tiempo, capaz de saber leer los dramas humanos, sociales y religiosos del momento que vivió. Por esta razón, generó tanta resistencia. La carta que escribió a Salazar, y que acabó por contribuir a su exilio de diez años (1959-1969), revela su capacidad de comprender la realidad. Escritas un 13 de julio de 1958, aquellas líneas pretendían preparar un encuentro con Salazar. Se trataba de un memorándum a través del cual D. Antonio quiso presentar al Presidente do Conselho los temas y cuestiones que le gustaría discutir en la reunión que debían mantener.

La carta revelaba su sensibilidad a la injusticia. Siguiendo la Doctrina de la Iglesia, hablaba de la necesidad de que los frutos del trabajo fueran distribuidos equitativamente, reconocía el derecho a la huelga, denunciaba las miserias humanas y abría la posibilidad a la creación de partidos. Deseaba para los católicos una formación política y cívica que les posibilitase una participación consciente y libre en la vida social. La carta acabaría por ser revelada públicamente. El Obispo de Oporto negó siempre cualquier responsabilidad en este incidente.

Lo que movía a D. Antonio Ferreira Gomes no era un pasatiempo infructífero o una acción en busca de protagonismo. A partir de la lectura profunda y exigente de la realidad, libre de miedo, porque creía en Dios, buscaba el bien y la justicia.

Esta raíz espiritual es,, muchas veces difícil de captar. Son pocos los que han sido capaces de comprender al ser humano a partir de convicciones y motivaciones tan profundas. Pero solo estas sustentas a los hombres libres. Y solamente quien es libre encuentra el desapego de procurar el bien sin temer el castigo.

Museo de los Clérigos
14 diciembre, 2018 / , ,

El recorrido por la Casa da Irmandade (1754-1758), donde se localiza el Museo, propicia un regreso al pasado, la experiencia de recorrer espacios que, en otro tiempo, fueron privados y destinados a la vida cotidiana de la Hermandad de los Clérigos.

Recorriendo la Casa do Despacho, la Sala do Cofre, el Registro y la antigua enfermería, percibimos que el Museo posee un acervo constituido por bienes culturales de valor artístico considerable, desde siglo XIII hasta el siglo XX, que comprende colecciones de escultura, pintura, mobiliario y joyería.

 

 

Estos bienes son mensajeros de un patrimonio histórico y cultural, cuya fundación perdida en el tiempo, dio lugar a su museización.

La enfermería de la Hermandad de los Clérigos que funcionó hasta finales del siglo XIX dedicada al tratamiento de los sacerdotes enfermos, fue convertida en un espacio de exposiciones, y actualmente acoge la colección “Christus”. Esta exposición, concebida a partir de la donación de una colección por parte de un coleccionista particular, desvela la pasión por el coleccionismo, y cuenta una historia complementada con objetos, antes de devoción, considerados hoy día legados de interés cultural.

Son piezas de escultura de gran envergadura, pintura y joyería, que ensalzan el encuentro del arte con la fe.

La exposición, distribuida en tres salas –Núcleo de la Pasión,  Viagem das Formas e Imágenes de Cristo- invita a un viaje por el tiempo y el espacio, por la imagen y por la devoción.

El Museo de la Hermandad de los Clérigos forma parte de la Red Portuguesa de Museos desde el 28 de agosto de 2018.