El puente de Arrábida es una obra maestra de la ingeniería de puentes y está reconocido internacionalmente como tal.
Cuando se completó en 1963, era el puente de arco de hormigón armado de mayor luz del mundo. Se considera una obra maestra de la ingeniería de puentes. Tiene 500 metros de longitud y 70 metros sobre el nivel del río.
Es el primer gran puente sobre el río Duero concebido, diseñado y construido íntegramente por la ingeniería portuguesa. Su autor ha firmado proyectos de puentes en cuatro continentes: el ingeniero Edgar Cardoso.
Su construcción duró 7 años (entre 1956 y 1963) y la pequeña casa desde la que se coordinó la construcción del puente sigue allí. Actualmente es el restaurante Casa D’Oro
El puente de Arrábida cubrió la necesidad de una conexión por carretera entre Porto y Vila Nova de Gaia y fue el segundo puente que lo permitió.
Entre los diversos puentes que cruzan el estuario del río Duero, el de Arrábida es el más cercano al estuario.
Este puente también se diseñó para permitir la circulación de peatones y, por ello, se instalaron cuatro ascensores, dos a cada lado, con capacidad para unas 25 personas. Dejaron de trabajar por razones de seguridad.
Es uno de los símbolos más poderosos, si no el más poderoso, de la Ciudad, probablemente el que en el futuro simbolizará mejor el Puerto del siglo XX.
Constituye el Patrimonio en el sentido más noble de la palabra. Y es donde a menudo se descubren nuevas y bellas perspectivas de Porto.
Fue clasificado como Monumento Nacional en el año de su 50º aniversario, en 2013.
¿Sabías que?
Las visitas al arco del puente de Arrábida comenzaron en 2016, siendo este el único arco de un puente visitable en Europa – 262 son los escalones que hay que subir para visitarlo.
La fuente que está en el Jardín del Marqués tiene una larga historia. Fue colocada en este lugar en 2006, tras las obras de mejora del jardín, pero durante décadas iluminó, literalmente, la Plaza de João I.
La Plaza de João I fue inaugurada en los años 40 con un gran halo de modernidad gracias a los dos edificios , bastante altos, que la flanqueaban y que aún existen. Uno de ellos era, en la época en que se construyó, el edificio más alto del país. Uniendo la calle Passos Manuel y la Avenida de los Aliados, esta nueva plaza, construida en el lugar en el que antes existían otros edificios, acogió elementos decorativos notables: las esculturas de bronce “Los Corceles”, que aún están allí, y la fuente luminosa, que, sin embargo, fue trasladada de lugar y que, actualmente, está en el Jardín del Marqués, aunque desprovista de algunos de sus elementos originales.


